“Tokio Gore Police” Yoshihiro Nishimura y “Tet-Suo”. “The Iron Man” dir: Shinya Tsukamoto. Japón, 1998 y 2008.
http://www.youtube.com/watch?v=nFKP9lB_F7s
http://www.youtube.com/watch?v=TWKxVrL1eY0
Recibimos esta semana cruento coletazo de dragón que nos envío a las más profundas y desesperadas tierras de la imaginación… con dos películas que supieron despertar en nosotros los espectadores, sentimientos de fascinación alrededor de la muerte a pesar de ser del trópico donde todo es “diversión y alegría” y poco se piensa en ello, donde conocemos la muerte de manera real pero nos hacemos los ciegos-sordomudos a la hora de grabar en nuestras memorias y recordar situaciones no muy gratas, pero que pasan. Vedadas situaciones que se expresan de una manera exagerada en la forma como estos dos directores realzan un contexto paranóide que viven algunos mundos desarrollados y para los cuales el asunto del orden se vive desde las micro-situaciones cotidianas, los mensajes televisivos que veíamos en “Tokio Gore Police”, la promoción incesante de la seguridad y el autocontrol por medio del suicidio con el Harakiri: (Cultura asiática. Costumbres japonesas. Suicidio obligatorio y voluntario. Restablecimiento del honor. Ritual japonés), como quien dice “si no sirves para esta sociedad o estas aburrido asume tu propia forma de morir y si no eres capas nosotros te ayudamos con eso”.
No faltaba más, pero así es más o menos como actúan ciertos gobiernos, llevando hasta la desesperación el máximo de incautos que ante su falta de impavidez desfallecen en el aliento de cataclismo que los nuevos modelos económicos imponen.
La trama tupida de estas dos cintas Gore, de culto, diría más por su manera exagerada de violentar al ser humano, al cuerpo, con mutaciones y extensiones corporales acompañadas de música temidamente fantástica, que nos llevan al punto de una risa fatídicamente temerosa, es para nosotros, simples espectadores, una válvula de escape a la imaginación sin limites, sin tregua, a mundos estridentes donde podríamos pensar que poco tienen que ver con los nuestros, pero que viéndolo bien no estamos tan lejos de ellos si hacemos reflexión ante el crecimiento de la industria, la cantidad de basura que ella genera y el movimiento en el mundo que los artefactos, objetos inanimados reclaman en la cabeza de inquietos cineastas y que toman fuerza a través del stop motion y otras jugarretas cinematográficas, lo vemos en Tet-Suo. “The Iron Man”, que interceden filosófica y experimentalmente respecto a preguntas que muchas veces carecen de respuestas.
JaimeRicaurte
Sociólogo.
U. de A.
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