martes, 13 de septiembre de 2011

::Los conspiradores del placer::(Spiklenci slasti)::Dir::Jan Svankmajer::República Checa::1996::



Es un placer hablar de películas como esta, verdaderas obras de arte, que van desde las realidades más latentes hasta ciertas realidades que fácilmente podríamos poner en  el plano de la virtualidad, en el plano de la construcción hacia otras realidades que afloran desde los rincones más íntimos del cerebro, haciendo uso de cada sustancia química, generando a través de los objetos, las sensaciones placenteras que cada uno buscamos.


En el plano de lo creativo, una serie de personajes desatan sus inimaginables, pero bien construidos, objetos de placer; esta película tiene como referencia conceptual, a nada más y nada menos que a Sigmund Freud y el Marques de Sade, entre otros estudiosos del comportamiento humano en cuanto a esas pequeñas “perversiones” que como lo he dicho antes, nos hacen más humanamente animales y haciendo uso del fetiche, esa atracción que tenemos cada uno de nosotros por ciertos objetos o por ciertas partes corporales del modelo de mujer o hombre que nos gustan, masturbamos cada parte de nuestros cuerpos en actos tan sublimes, que nos hacen mojar llenos de excitación y deseos insaciables.

 

La búsqueda del placer, es un periplo por el cual todos tenemos que pasar en nuestras vidas, existe una construcción permanente en aras de mejorar cada día más ese momento tan maravillosa y profundamente efímero, y la verdad creo, que por su fugaz característica  acudimos a él con tanta frecuencia.


Según he leído por ahí, ésta cinta tiene alguna relación con una película hecha ocho años después por John Waters “Adictos al sexo” (John Waters, Bacifi 2005). Las películas comparten la noción de lo estrechamente relacionado a las pulsiones que todas las personas poseemos de pieles para adentro, por no decir de puertas para adentro, dejando claro que es aún más íntimo, lo que sentimos dentro de nosotros mismos que lo que sentimos en nuestras casas con nuestra familias, es esa relación entre experiencias ya realizadas y fantasías sacadas de esas experiencias ya vividas.


A través de los “experimentos táctiles”, este maestro-creativo checo, ha llevado a la gran pantalla una de sus mejores temáticas desde los años 70. Asunto que, con la ayuda de su excelente visión para expresar con planos los detalles de cada escena…como por ejemplo, cada pequeño gesto en el simple hecho de recibir el correo o esos pequeñísimos y tensos momentos catapultados por la música que cada personaje esconde debajo de su piel a la par de sus conexiones sensoriales.   


Esta es una obra cinematográfica despojada de diálogos pero con un amplio recurso comunicativo, recreado por sus personajes en la construcción de sus artefactos sexuales en la infinita búsqueda de placer. Es una exploración absolutamente física que echa mano tanto de lo orgánico como de lo inorgánico y que además aduce al surrealismo con magnificas escenas en StopMotion.


Este señor, Svankmaier, es el animador más apartado de la escuela checoslovaca y el más asombroso desde lo estilístico, bebiendo de las fuentes de Luís Buñuel, Borowczyk y en buena parte de Jan Namec. Su propuesta abarca cintas animadas y de acción real, a lo que el mismo dice “creo que los objetos siempre han tenido más vida que el ser humano. Son más estáticos, pero también son más elocuentes. Son más conmovedoras por todo lo que escoden y su memoria, que supera la nuestra”. (Cita de cita), (Del libro Ginnalberto Bendazi Cartoons, 110 años de cine de animación).


Es claro que todos los filmes de este seños director, están marcados por el surrealismo, asunto que ha modificado y cada vez mejor desde los años 60 y a lo que dice “el surrealismo no es sólo una corriente artística, sino una postura hacia la vida y el mundo”. “Conspiradores del placer” es su película más surrealista y puede ser ideada como un sarcasmo sobre el mundo moderno y su actual inclinación hacia la imagen, lo erótico dentro del mercado de grandes sensaciones.




JaimeRicaurte.
Sociólogo.
U. de A.

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