Tratar de establecer una “comunidad” familiar, un lugar y espacio hermético, cerrado, impermeable a todo lo que venga de afuera, donde el concepto no existe como tal, es adentrarse en un compromiso moral imposible de lograr, que poco tiene que ver con la realidad del mundo como “aldea global” y donde tarde o temprano, así como el agua busca el camino hacia la libertad marina, se verán avocados todos los seres en un acto revolucionario, convulsivo, pulsional, algo, que nos muestre la salida.
Esta película posee variada cantidad de elementos, con los cuales podemos hacer nuestra propia interpretación acerca de las libertades humanas y las formas de conductismo impuestas no sólo por un padre de familia, sino también por las formas y estereotipos conductuales de las sociedades modernas, donde se habla de libertad a flor de piel, pero, entre más libertad profesan, más controlados estamos. ¿Te has dado cuenta?
La cinta se desarrolla en una casa fuera de la ciudad, con grandes y espaciosos lugares para el “esparcimiento”, acondicionados especialmente para no ser interrumpidos por nada ni nadie que venga de afuera sin ser invitado antes. Los cánones estipulados por sus padres, quienes viven una vida “normal”, están acompañados de un lenguaje diferente al que todos conocemos, los zombis son “pequeñas flores amarillas”, los saleros son “teléfonos” y los aviones pueden caer en cualquier momento del aire, situación retratada en una inocente competencia. Todo esto con el fin de inducir a una interpretación completamente distinta de lo que realmente son las cosas desde un punto de vista general.
“Fríamente calculado”, como decía un grandioso superhéroe admirado por todos nosotros, cada situación es estudiada con la intención de “educar”, adiestrar más bien a unos hijos como perros, para conservar un control total sobre sus acciones, tratando tal vez de aislarlos de un mundo decadente, corrupto, dañado por su propia aptitud industrial frente al mundo, pero sin el conocimiento necesario y emancipados, frente a las cosas como son, no como nos dicen que son.
Tal vez, la explicación más acertada a las formas de generar ciertas conductas, con lo cual “el padre” se siente completamente identificado, la podemos encontrar en una pequeña conversación que tienen él y un experto entrenador de canes, quien plantea de qué manera y cómo se debe aleccionar una mascota para que tenga un buen comportamiento.
Asociada al “mito de la caverna”, esta película griega plantea pues, una analogía estrechamente relacionada al mundo de adentro y al mundo de afuera, al mundo de la ignorancia y al mundo del conocimiento. La reglamentación impartida, deja entrever las imperfecciones de unas vidas obstinadamente proyectadas en un “experimento” que se sale de control, hasta que se decide omitir una de esas vidas.
La pregunta que nos queda es, ¿si todavía existen en pleno siglo XXI familias como estas? Si Lanthimos lo representa en esta cinta, quizás quiera decir que si existen, o tal vez, sea un acercamiento a un sistema impositivo, represivo que nos castiga sin fundamento alguno con sus armas, ideológicas y no, creyendo que gobernar es supeditar.
JaimeRicaurte.
Sociólogo.
U. de A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario