::UNCLE BOONMEE::Dir:: Apichatpong Weerasethakul:: 2010::Tailandia

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La desvalorización de lo propio, es un aspecto que se encuentra relacionado al rotundo devenir del  mundo occidental con su excusa de libertad a través de acciones cotidianas que incluyen la adquisición de formas de vida muy distantes del encuentro con nuestro ser espiritual, primitivo y propio, en el gran sentido de la palabra, PROPIO porque es lo único de lo cual estamos seguros que es nuestro, sin la necesidad de “poseer”, lo cual es algo diferente y no tienes que llevar un papel donde conste que tu alma es tuya, que tu esencia es aquella en la cual puedes depositar tu ser más primitivo y por lo tanto así poder establecer conexiones con tus raíces, tus ancestros y saber que nada ni nadie podrá allanar tu mente y tus deseos de morir en el mismo lugar donde naciste, porque sería como volver a nacer, volver al vientre materno para por fin nacer en la “pequeña muerte” de un orgasmo.   No obstante, la película va más allá que la simple captación de imágenes con sonidos estridentes parecidos a los que oímos todos los días en las grandes urbes del mundo, va más allá porque tiene dos mundos que se conectan entre sí. Uno es el campo con una escenografía natural como lo esperamos siempre cuando “vamos de paseo” a la “zona rural” y el otro es la ciudad, jungla también pero de concreto, la valoración es amañada porque hay quienes se empeñan en eso, en desvincular todo aspecto mental que tenga relación con tu pasado, con tu historia, con tus raíces. Por eso, aunque la cinta deja precisamente una sensación de deserción al principio, pienso que hay que verla y analizarla en la medida que podamos ver entre líneas, más que sólo ver un hombre mono, un espíritu ambulante y princesas poseídas por peses, quien ve en su reflejo en el agua a una chica blanca. En el fondo encontramos relaciones con el “Mito de la Caverna” de Platón pero de una forma inversa diríamos en posteriores análisis, porque se trata, más que por la búsqueda de conocimiento al exterior de la caverna, por la búsqueda de el YO interno y es que literalmente se busca la paz al interior de una cueva, porque el cielo está sobrevalorado, porque no existe tal paraíso, para desdicha de muchos nos encontramos sobre falsos valores occidentalmente terrenales donde la muerte nos acompaña a cada instante de nuestras vidas y se hace presente cuando nos sentamos al frente de un televisor, nos paramos al frente de una vitrina, anhelando tenerlo pero sin necesidad y con muchas cosas más estamos muertos en vida sin saberlo.

¡¡¡Cine por puro placer!!!

JaimeRicaurte.

Sociólogo.

U. de A.