Se trata de la cuestión humana, la pregunta por el ser, lo que el hombre ha creado y la historia, la verdad inmersa dentro de la propia historia del hombre condensada en archivos que muchas veces dicen lo contrario a lo que es, para poder asumir una verdad menos dañina a los intereses particulares, maquillando con el lenguaje lo que sucede dentro de cada personaje y sus métodos en relación con la “estabilidad” de la empresa donde trabajan.
Un psicólogo es el personaje central de esta película, Simon, encargado de la selección del personal en el departamento de recursos humanos, es quien a través de una serie de pruebas escoge a las personas que él considera serán, quienes ocuparán los cargos óptimos para el desarrollo de su empresa, que no es suya. Por ese papel, y por el hecho de ser profesional y desempeñar bien su trabajo, es encomendado a una tarea fácil en un principio pero que en el transcurso de la cinta tomará caminos diferentes, más complejos. Virtud que es aplauída por su jefe, escoger el personal que labora en su empresa, es precisamente lo que menos tiene relevancia en esta historia, porque en realidad lo que de verdad es relevante, es lo humano dentro de la desnaturalización de la vida por conservar una imagen fundada dentro de la estructura sistémica del Estado y los demás actores sociales.
El lenguaje como herramienta de poder, puede llevarnos a cometer errores tan grandes que caeríamos en un hoyo sin fondo e inhumano, pero también puede ser la salvación de quienes conscientemente lo usan para evolucionar hacia el mundo que todos queremos.
Sociólogo.
U. de A.
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