jueves, 19 de mayo de 2011

::The Wild Blue Yonder::Dir::Werner Herzog::2005::U.K::81min::

Siempre es sorprendente ver a  Herzog con su imaginación resonante en todos los sentidos de la palabra. Especialmente si hablamos de producciones como esta.




Estamos hablamos de una especie de bricolaje cinematográfico, un colage de imágenes tomadas de su propia investigación alrededor de grandes “acontecimientos” mundiales, explorar nuevos mundos por ejemplo, para contarnos a su manera como ve las cosas en un lugar que para muchos, está perdido en una esfera científica especulativa a veces sin respuesta a preguntas sobre si hay o no vida en otros planetas y otras cosas más.






En vez de ser del más allá es un asunto del más acá.

Se trata de pensar como podría ser, este fuerte planeta tierra, si las cosas sucedieran tal y como la mayoría de las teorías más “acertadas” fuesen realidad indiscutible. Pero así es, no es necesario pensar mucho. En nuestro sistema común de valores, se asume como verdades absolutas algunas cosas que se cree ver con los propios ojos, pero no se da cuenta al fin que lo que  se busca no es sólo la satisfacción del ego colectivo, sino también la fuerza para poder sobrevivir en un mundo hecho tira cómica,  aunque muchas veces exista un encono llamado escepticismo, encono porque emana de sí una incomoda manifestación de sana incredulidad ante las “realidades” impuestas por un sistema funcionalista.






Es verdad que la verdad absoluta no existe, pero hay quienes impulsados hacia una línea directa entre las dudas, terminan creyendo lo que siempre ha sido falso a los ojos de la indudable sensatez natural. Tejiendo punta por punta como una telaraña en croché hecha con las manos de los días, representada en el trabajo de los seres vivos sobre su casa, su morada, también se ha podido vivir.

Es duro cuando pensamos que nosotros somos nuestros propios invasores, pero también es duro saber que a muchas personas no les interesa este tipo de situaciones tan comprometedoras acerca de la vida misma, por estar atascados en las franjas familiares de los canales de televisión o soñando con ir a conquistar el espacio y sus distintos planetas y dejar la tierra sólo para vacacionar, pero mientras eso sucede, no servirán las patadas inconformes sobre la tierra,  si cada uno de nosotros no hace algo para que la vida sea distinta, no estoy diciendo no soñar, pero que esos sueños, no se hagan pesadillas.

JaimeRicaurte.
Sociólogo.
U. de A. 

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