viernes, 4 de noviembre de 2011

::Chloe::Dir::Atom Egoyan::Canadá::2010::


Atom Egoyan es un cineasta armenio, criado y hecho en Canadá. Es la primera vez que este creador parte de una historia y un proyecto ajenos para realizar un producto sensible a los ojos de las culturas americanas. “Al parecer, fue su compatriota Ivan Reitman, director de Cazafantasmas o Poli de guardería aquí haciendo las veces de productor, el que ofreció a Egoyan la posibilidad de dirigir un remake de la cinta francesa Natalie X, una historia sobre una esposa burguesa que decide contratar una prostituta para que “tiente” a su marido y vea si este es capaz de mantenerse fiel contra viento y marea. Por algún motivo, Reitman pensó que Egoyan se podía llevar a su terreno este triángulo muy poco amoroso”.


Después de este dato, quedan las puertas abiertas para ofrecer a ustedes lectores, cierta ubicación en los distintos contextos de seres humanos como todos nosotros, en las formas y contenidos de las realizaciones firmes y fieles a nuevas interpretaciones basadas en los asuntos de la vida cotidiana, situaciones que, como se nos muestra en la cinta, van y vienen untadas de cada sensación, de cada olor, color y atmósferas envenenadas de obsesión.

Casi siempre tras un obsesionado deseo hay una mentira, tras una mentira podemos encontrar un deseo dando vueltas en nuestras cabezas, enfermos pedazos poliformes de pensamientos incesantes, deseo de venganza e imaginaciones exageradamente infecciosas que atentan contra nuestra salud mental y física.



Esto le sucede a Chloe, una hermosa y extraña mujer (Amanda Seyfried) quien desempeña muy bien su trabajo como “dama de compañía”. Cuando comienza la película, una voz en Off de ella misma, describe lo que significa su labor y nos introduce poco a poco en su mundo, ofreciéndonos con sus palabras lo que sabe hacer y la manera como lo hace.

Las críticas no están direccionadas específicamente hacia la cinta, pero si tienen mucho que ver con el nuevo cine que plantea éste director, sin embargo, persiste en su trabajo por enmarcar lo más oscuro y temible de la humanidad, clasificando desde su narrativa, como lo hacía anteriormente, las vanguardias y lo experimental dentro de un nuevo cine “Glam”, no tan radical, que deja en el espectador la sensación de que estuviera viendo una novela o historia parecida con algunos tintes románticos mezclados con la simpleza y apatías desbordantes de las relaciones humanas, ya sea por los años o por la falta de confianza en si mismos. 


Todo este lenguaje cinematográfico de Egoyan, nos lleva de la mano en un viaje con ciertos aspectos de ThrillerElegante, un drama pasional con crimen incluido y hermosas escenas desnudas entre Julianne Moore y Amanda Seyfried   e imaginados mundos de intensa infidelidad y enfermas obsesiones. 


Nos lleva de la mano pero también nos suelta en el camino, para que podamos los espectadores y cinéfilos empedernidos, darnos cuenta que nuestras vidas son películas con actores principales y secundarios, protagonistas y antagónicos; para darnos cuenta también, que lo que hacemos en cada una de nuestras vidas en cotidiano puede ser una historia digna de un guión con total relevancia  y suficiente público interesado en lo que pasa con tu cuento, porque puede ser parecido a cualquiera de esas otras existencias.



@JaimeRicaurte

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