martes, 27 de diciembre de 2011

::Bad Boy Bubby::Dir::Rolf de Heer::Australia::1993::




 

 

¡¡¡Uy que película!!! Tan llena de cosas. Que director y que actor tan bravos!!!




Esta cinta nos muestra de diferentes maneras cómo puede ser la vida en condiciones que cualquiera de nosotros podría rechazar inmediatamente, pero resulta que, muchas veces uno no vive como quiere, sino como le tocó vivir. Una mentira a los cinco años puede ser algo que convierta y defina el resto de tus pensamientos para siempre, aprender a vivir después de los 40 es tarea difícil en un mundo tan caótico. Un mundo donde se intercambian papeles, Bubby es el gato, su mamá, su papá y toda la gente que pasa en frente de sus ojos, de donde él saca aptitudes y actitudes además que memoriza todo y lo repite como si fuera un niño de 5 años y eso lo hace grande, cosa que me hace recordar un aforismo de Nietzsche “La madurez del hombre consiste en recuperar la seriedad con que jugaba cuando era niño”... (No TV)



JaimeRicaurte

domingo, 18 de diciembre de 2011

::Directores:: Apichatpong Weerasethakul:: ::Tropical Malady::Sud parlad::2004::Tailandia-Francia-Alemania-Italia:: ::Uncle Boomee::(Who can recall his past life)::2010::Tailandia::

Apichatpong Weerasethakul



::Tropical Malady::Sud parlad::2004::Tailandia-Francia-Alemania-Italia::


Película que ya me había visto en un ciclo de “cine rosa” en  el Centro Colombo Americano de Medellín, cinta que ahora nos convoca a los cineclubistas de éste tan respetado cineclub. La cuarta obra visual de Weerasethakul y la segunda de una no muy clara y desconocida trilogía hacen parte de una especie de autobiografía en la cual hay películas que también tenemos que ver; como “Blissfully Yours” y “Síndromes and Century” que plantean aspectos en la vida de este director como cineasta para llegar a ésta “Sud parlad” (Tropical malady), en la que centra toda su propuesta en asuntos más de tipo personal, especialmente en su condición sexual.


Las cintas  que  hoy citamos aparentemente manifiestan cierta relación. Al hacer un análisis somero de ésta concordancia, puede verse claramente la formulación cultural que hace el director en cuanto al mito como uno de los pilares que fundamentan ciertas formas del pensamiento, sobretodo en contextos donde coexisten el hombre, la ciudad, el campo, la selva y los animales. Lugares comunes desde donde emergen estas relaciones, se manifiestan las historias alrededor de la vida, la intuición y el espíritu, no como una simple condición que se atribuye culturalmente sólo al ser humano, sino también a los animales, así, como el discreto encanto de la vida de los insectos en la selva.

De esta manera poco convencional de narrar historias, es Weerasethakul, un gran director que al igual que Hitchcock, su costumbre es aparecer en sus propias películas sin ser notado, pero con la intención de hacerle ver a los espectadores que lo que están viendo es una historia contada a través de imágenes.


La película nos muestra al principio cierta armonía que surge del amor, el amor entre el soldado Keng y su amigo campesino Tong. Cortos viajes a la ciudad, visitas a los templos del área y la aventura misma de vivir una relación homosexual en un pequeño pueblo, son parte del  tranquilo estilo de vida de esta pareja…todo hasta que sus vidas toman rumbos totalmente diferentes tras la desaparición de Tong, asunto recurrente en cada historia, en la mitología y en algunas leyendas que hablan de la posesión espiritual de un tigre a un hombre y viceversa. Situación que alienta al soldado Keng a buscar a su amigo en la selva.


Alentador fue también en este director para proponer posteriormente un film que 6 años más tarde tendría una factura y conceptos relacionados. Mi interpretación, que debe ser diferente a la de ustedes, presenta un punto de vista filosófico esencialmente enganchado con aspectos culturales y el propio materialismo. No tiene un orden establecido, así como el guión manejado por Weerasethakul, donde más que hacer cine para todo el mundo, nos muestra la fantasía de un mundo poco conocido.




::Uncle Boomee::(Who can recall his past life)::2010::Tailandia::

La desvalorización de lo propio es un aspecto que se encuentra relacionado al rotundo devenir del mundo occidental con su excusa de libertad a través de acciones cotidianas, que incluyen la adquisición de objetos y formas de vida muy distantes al encuentro con nuestra esencia, nuestro ser espiritual, primitivo y propio.


En el gran sentido de la palabra, PROPIO, porque es lo único de lo que estamos seguros es nuestro sin la necesidad de “poseer”, lo cual es algo diferente, y no se tiene que llevar un papel donde conste que el alma es tuya, que tu naturaleza es aquella en la cual puedes depositar tu ser más primitivo y por lo tanto así poder establecer conexiones con tus raíces, tus ancestros y saber que nada ni nadie podrá allanar tu mente y tus deseos de morir en el mismo lugar donde naciste, porque sería como volver a nacer, volver al vientre materno para por fin nacer en la “pequeña muerte” de un orgasmo.



No obstante, la película va más allá que la simple captación de imágenes con sonidos estridentes parecidos a los que oímos todos los días en las grandes urbes del mundo, va más allá porque tiene dos mundos que se conectan entre sí; uno es el campo con una escenografía natural como lo esperamos siempre cuando “vamos de paseo” a una “zona rural”, y el otro es la ciudad, jungla también pero de concreto, la valoración es amañada porque hay quienes se empeñan en eso, en desvincular todo aspecto mental que tenga relación con el pasado, con la historia, con las raíces.


Por eso, aunque la cinta deja precisamente una sensación de deserción al principio, pienso que hay que verla y analizarla en la medida en que podamos ver entre líneas, más allá que sólo ver a un hombre mono, un espíritu ambulante y una princesa poseída por peses, quien ve en su reflejo a una chica blanca al asomarse a un estanque.


En el fondo encontramos relaciones con el “Mito de la Caverna” de Platón pero de una forma inversa, planteamos en posteriores análisis porque, se trata más por la búsqueda del YO interno que por la búsqueda del conocimiento al exterior de la caverna, como reza el mito, y es que literalmente se busca la paz al interior dentro de una cueva, porque el cielo está sobrevalorado, porque no existe tal paraíso.


Para desdicha de muchos nos encontramos sobre falsos valores occidentalmente terrenales, donde la muerte nos acompaña a cada instante de nuestras vidas y se hace presente cuando nos sentamos al frente de un televisor, nos paramos al frente de una vitrina, anhelando tener pero sin necesidad, y no nos damos cuenta que con muchas cosas más estamos muertos en vida y nunca lo sabremos. 




¡¡¡Cine por puro placer!!!


JaimeRicaurte.





viernes, 9 de diciembre de 2011

::Happy end::(Stastny Conec)::Dir::Oldrich Lipský::Checoslovaquia:: ::1967::69min::


"Las historias de amor todas son iguales, desafortunadas al principio y con final feliz. La mía es completamente diferente"





Imagínense que sus vidas empezaran justo en el momento en que sus corazones dejaran de latir. Naces a los 80 años, empiezas a hacerte joven cada vez más, nace tu esposa, están cazados, sus hijos realizados comienzan al igual que ustedes lo hicieron a ascender en el camino hacia la juventud, después dirigen sus pasos hacia la niñez, donde todos moriremos en un orgasmo estremecedor lleno de estrellas y efímeros espasmos de placer.


Es un poco complejo tratar de entender una historia cualquiera leída al revés, si, literalmente en reversa, una especie de Scratch Visual, con una marcha atrás que encaja totalmente y de manera inteligente con las convencionales historias que se leen de izquierda a derecha pero con un principio al final, escenas detalladas y diálogos cuidadosamente pensados para que invertidos adquieran un sentido,  y así, el  final feliz que plantea éste, uno de los mejores directores experimentales de la década del 60, pueda convertirse en una de las obras más atrayentes y gustosas de la cinematografía que no podemos dejar de ver por su genial plasticidad.


Desde la metáfora, tal vez cada paso que damos atrás puede ser un paso a cierta evolución del ser, distinta a la involución a la que estamos acostumbrados y en la cual está encerrado el hombre que todavía piensa que su futuro es la destrucción de si mismo en aras del “progreso” y los nuevos valores del mundo moderno. Al recuperar nuestras antiguas tradiciones,  aquellos valores olvidados cimentados en el compartir, la solidaridad y la confianza, conformaremos juntos una fuerte estructura del pensamiento capaz de enrutarse de nuevo hacia el final feliz que todos en el fondo deseamos. Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con el asunto hipotético que nos muestra Lipský cuando nos cuenta de manera diferente la forma en que deberíamos terminar nuestras vidas? Un “happy end” anhelado, el cual tiene que pasar por lo mismo que desfilan todas las vidas humanas con sus singulares relaciones en éste planeta.


En la manera como nos lo cuenta éste gran director, creo que ese “final feliz” en muchas ocasiones no es tan feliz, porque, ¿cuántas veces hemos escuchado que “nacer es empezar a morir”? y ¿cuántas veces ese nacer se ha convertido para muchos en la pesadilla que seguirá siendo sus vidas?  Ingenuo es pensar que toda historia tiene un final feliz o un comienzo igual, tal vez si nuestras vidas empezaran como lo he dicho al principio, a los 80 años, cosa que es imposible, las vidas finalizarían en un temblor exquisito de placeres, porque al morir emociones también se sienten, pero, ¿placenteras?…eso ya depende de la forma en que quieras desaparecer o desapareces y no de la manera en que quieran desaparecerte, como sucede en nuestros tiempos.  


Para Lipský “morir es empezar a nacer”,  esta frase invertida altera toda concepción que tenemos de la vida, nos lleva a pensar que podría existir alguna clase de vida después de la muerte o una posible reencarnación. Frydrych es una cabeza huérfana, a la que le crecerán posteriormente su cuerpo y sus extremidades al levantarse de una mortífera plataforma que lleva consigo una afilada guillotina, ese es su nacimiento, después vivirá encerrado un buen tiempo en espera de su ansiada libertad para luego emprender una particular historia de amor llena situaciones en las que salva vidas y otras en las que “mata”, salvando. Todo esto, alrededor de magnificas escenas milimétricamente enganchadas con la propia trama narrada en una voz en off por el protagonista Vladimir Novotný, quien explica todo lo que va marcha atrás de manera cómica, como si estuviéramos una tarde de domingo “disfrutando” en familia los “verdaderos videos hechos en casa”, (¡cosa tediosa!). Pero esta película es mucho más que eso, a cualquiera le parecería aburridora, sobretodo si no está dispuesto a ver un clásico de tal factura, lo cual creo no entenderían por más que estuvieran preparados.


Algunas cintas como “Memento” (2000), “Irreversible” de Noé y “El extraño caso de Benjamín Button” (2008) son una muestra ahora, de lo que Lipský ya proponía en el 67. Sin embargo, la literalidad que plantea éste señor fue mucho más allá de la simple, aunque muy buena forma, en la que estos directores desarrollaron sus películas. Happy end, es una sátira humorística que te confunde al iniciar la película, porque no sostiene una linealidad cronológica pero que no dejará un solo instante para cansarte, no hay espacios en la cinta donde puedas sentir algo distinto que permanecer pegado a las imágenes en blanco y negro casi amarillas con pasos de humor inteligente en reversa.     




JaimeRicaurte.  

martes, 6 de diciembre de 2011

::Morfina::Morfiy::(Morphia)::Dir::Aleksey Balabanov::Rusia::2008::


A propósito de las historias de la vida real, adaptadas al cine en buena forma por algunos directores que le atinan a la imagen después de hacer una balanceada interpretación de sus lecturas, hablaremos; así como lo hicimos antes de ésta, de una película que está basada en un relato homónimo de Mijaíl Bulgákov, narración que hace en una especie de diario de campo creada desde su propia experiencia, cuando en su labor como médico en una zona rural muy apartada de la capital rusa, cae en las manos de la morfina tras auto-prescribirse una pequeña dosis. 



Este joven doctor posee cierta “majestuosidad” otorgada por los habitantes del pueblo donde hace su trabajo, ellos, a partir de sus imaginarios le conceden la poderosa calificación a quien llaman “alteza”, nada raro si nos detenemos un poco a observar el contexto en el cual está apoyado este film; hablamos de principios del siglo XX, plena revolución rusa y un invierno el cual nosotros los del trópico difícilmente podemos alcanzar a imaginar. Después de nombrar algunos entre otros elementos, nos ubicamos pues dentro de una trama que está llena, más que de nieve, enfermos y lobos; está llena de situaciones estresantes como partos, traqueotomías, amputaciones, quemados y morfina, mezcladas con el efecto relajante de una droga que conduce al ser humano a palpar niveles cercanos a los placeres del cielo o tal vez, a los placeres del infierno.



En escenas oscuras, así como muchos nos imaginamos debe ser el propio averno, se desenvuelve esta película. Quines hayan leído un poco de literatura rusa, podrán recrear mejor el ambiente que relata Bulgákov, de todas maneras, la diferencia es notable al hacer una cinta en 2008 ambientada en una época de guerra civil, desorden y escasez, donde precisamente esto último es lo que se vuelve relevante a la hora de aliviar un dolor o simplemente curar una ansiedad. Asusto difícil es ser morfinómano en tiempos de guerra, todo en la vida tiene un principio y tal vez esté dividido en capítulos como lo vemos en esta cinta, “la primera inyección” precede el resto de fragmentos que encuadran y desarrollan la historia del personaje real en narraciones que parecen sacadas de un cuento de ficción.



Véala ¡
      

JaimeRicaurte.

viernes, 2 de diciembre de 2011

::Mesrine::L’instinct de mort (Part 1)::L’Ennemi public nº 1 (Part 2):: ::Dir::Jean-François Richet::Francia::2008::


“El instinto de la muerte”, una autobiografía  escrita por el propio Jacques Mesrine cuando se encontraba detrás de las rejas, lugar bastante común para él pero incomodo hasta más no poder, son una serie de prisiones que le sirvieron a pensar mejor su vida de criminal, obsesionado por la imagen y el poder para así conservar la reputación que los medios y él mismo se han empeñado en construir a través de sus años mozos de vida delictiva.


Desde su época como soldado rebelde en Argelia, hasta que se convierte en un criminal cada vez más temerario en las calles de París. Es así como su periplo delincuencial lo llevó incluso a Canadá, allí se unió ideológicamente más no metodológicamente a los separatistas radicales de Québec, aunque treinta años después de andar por muchas partes y que la policía francesa le diera de baja en un operativo de inteligencia a mansalva, su leyenda aún sigue viva y se recuerda con películas como estas, en las que a manera de Thriller y biopic, dividida en partes iguales “El instinto de muerte” le es fiel al personaje real y se convierte en una cinta biográfica capaz de traer a nuestro presente la memoria de quienes por su inteligencia actuaron en nombre de sus convicciones y su particular forma de ser, hacer y ganarse la vida.


Fotografías reales

Esta cinta nos cuenta la vida, obra y evolución de un personaje de la vida real, un hombre que desde pequeño quiso sobresalir en el ámbito de los negocios, situación bastante común en muchos jóvenes ahora, usual en la vida de quienes no ven otra salida de sus problemas económicos y sociales en los cuales están inmersos. Muchas veces estos impulsos por tener cada vez más, no son otra cosa que las presiones de tipo cultural que el capitalismo ha impuesto sobre ellos y esto los lleva a que se conviertan en delincuentes sólo por el hecho de tener un estatus superior al de los demás, es una suerte de ambición interpretada biológicamente desde el darwinismo donde los peces grandes se comen a los más chicos, en una violenta afrenta por el poder y la supervivencia.
         
Fotografías reales

“El hombre de la cien caras”, como fue conocido Mesrine, es un Alias como cualquiera de los que ya estamos acostumbrados a escuchar en las noticias y entre el gremio mafioso de nuestra época.  Así como, “Esneider”, “Valenciano”, “Don Berna”, “Sebastián” entre otros habidos y por haber, (porque la verdad, ésta es una historia sin fin) que parece recrudecerse cada vez más en nombre del poder; así como estos, en nuestros personajes hay un aire de superación, un impulso de supervivencia que los conduce a ser cada vez más decididos, más impetuosos, vehementes, arrebatados y sin escrúpulos, debido a que es un asunto que “se lleva en la sangre” como muchos podríamos creer y de la sangre hacia las necesidades y de ahí hacia los actos, no veo otra manera de operar, de obrar en mentes criminales a la que están acostumbrados a hacerlo, sobretodo por la inmensa falta de oportunidades legales que existen en nuestras ciudades.


Lo que es único en la vida de personajes como estos, es la relación que tienen su particular inteligencia y su formación desde pequeños, su ascenso en la lucha por la supervivencia, la pelea diaria con los poderes gubernamentales, esos poderes emanados de un sistema el cual supuestamente es incorruptible, irrompible, imposible de ser violado por mentes criminales externas pero que se ve vulnerado por esa vivacidad subterránea capaz de presentarse en las más fuertes y sólidas economías como la verdadera piedra en el zapato para aquellos que defienden la hipócrita funcionalidad “perfecta” de un sistema imperfecto.  Y a eso si que le da duro Mesrine. En muchas de tantas audiencias públicas, acusaba él, al propio Estado y su sistema financiero de tener al pueblo como lo tenía, desangrado, desahuciado y apunto de morir, hechos que fueron alimentados por grupos políticamente radicales con tendencias separatistas en Canadá en la década de los 60’s.


En este díptico, hay que reconocer la gran actuación de Vincent Cassel, creo que para poder representar el particular carácter de Jacques Mesrine tenía que haber cierto vínculo de personalidades, aunque Cassel no sea un criminal sino un actor, lleva dentro de sí una fuerte personalidad que convence al espectador y al final todos, como chicos, pensamos “yo quiero ser Jacques Mesrine”.


Es una de esas cintas grabada y dividida en dos partes para comodidad de los cinéfilos, como no se puede decir que la primera parte o la segunda es mejor que la otra, sobretodo porque es una sola cinta. Es de anotar también la buena factura de este film, su fotografía y escenas bien trabajadas son algunos de los elementos que acompañados de la música, vivifican la relación del director y el cine como emisores y los espectadores como receptores, aún cuando se trata de hacer visible parte de una historia de la vida real. 


A pesar de ser un tipo peligroso, a Mesrine se le notaba un gran corazón, cierta sensibilidad por los débiles y otros pequeños seres como sus hijos o los hijos de otras personas y los ancianos, en el fondo creo que es parte de su íntima relación con su padre, el cual siempre le dio lo que estuvo a su alcance, sobretodo el amor que necesitaba, el verdadero problema era su carácter apasionado desde chico.  

Fotografías reales

Como dato y para finalizar, hay que mencionar y reconocer el papel  de Alain Bizos uno de los últimos grandes fotoreporteros. Su fama fue catapultada al mundo cuando participó de uno de los reportajes fotográficos más polémicos de las historia de la fotografía: el reportaje en la clandestinidad del criminal francés más buscado de ese entonces; el propio Mesrine, pocos meses antes de su muerte. Esta parte la vemos representada en la película, donde el Cassel, plantea la posición política e ideológica de Mesrine al ser entrevistado por una periodista. 




JaimeRicaurte.