Un
sueño en tiempo real, un sueño consciente, un sueño que se puede dominar, un
sueño que puede convertirse en otra realidad paralela a la que vivimos, sólo
que, sería peligroso residir para siempre en el mundo de los sueños porque
abandonaríamos por completo nuestro cuerpo y su vida física, para vivir
eternamente en un mundo de fantasías.
Paprika
está basada en una novela homónima del escritor Yasukata Tsutsui de 1993. La
película trata de la invención de un artefacto que tiene como finalidad crear
un punto de conexión con los sueños de manera lúcida, controlada y en esa
medida permitir que la imaginación llegue hasta donde cada usuario quiera
llegar, estableciendo al mismo tiempo vínculos imaginarios con otras personas.
El
desarrollo de este dispositivo científico hace parte de un proyecto corporativo
que todavía no ha sido aprobado por el gobierno. Un grupo de investigadores
trabaja para realizar la forma en la cual se pueda navegar de manera consciente
a través de los sueños y mejorar la solución de traumas psicológicos, psiquiátricos,
como un método terapéutico bastante revolucionario.
Los
sueños recurrentes producen una gran ansiedad, es por esto que podemos ver al
principio de la película a la mismísima Paprika, alter-ego de la doctora Atzuko
Chiba, tratando al detective Konawaka Toshimi, aunque estén del todo prohibidas
por el gobierno este tipo de sesiones con terapias soporíferas. Si, soporíferas
porque actúan como una especie de droga, algo parecido a lo que sucede en la
película “Días Extraños” de Kathryn Bigelow, donde a través dispositivos
parecidos a los que vemos en esta cinta, vendedores y consumidores experimentan,
casi de manera real, situaciones que otras personas ya han vivido; aquí ya nos
podemos imaginar de que se trata, sobretodo si pudiéramos vivir y experimentar
por medio de diferentes especies y fragmentos de sueños, sensaciones como,
asesinar a otra persona, ser asesinados o no necesariamente hechos tan
traumáticos, como tener sexo y sentir el placer de hacerlo.
Para
tratarse de una animación como esta, no se separa mucho de las ganas de los
seres humanos por experimentar nuevas emociones, pero si sobrepasa la imaginación,
trayendo a la mente gran cantidad de pensamientos que se convierten en sueños y
que muchas veces están cerca de la locura.
Paprika
es una película fenomenal, con una imaginación desbordada y llena de detalles
que no nos dejan en ningún momento separarnos de sus increíbles imágenes, es
una colosal muestra de colores, trazos y discursos científicos cercanos a la
fantástica vida de los sueños, aunque a veces no lo sean tanto, pero que
posibilitan al espectador ir un poco más
allá de sus propias mentes.
Su música fue compuesta por Susumu Hirasawa, este señor también
compuso la banda sonora de una película dirigida por el mismo Kon llamada
“Millennium Actress” de la serie de televisión “Paranoia Agent” y gran parte de
la banda sonora de “Bersek”. Terry Gilliam ha incluido esta película como una
de las mejores 50 cintas de animación.
Por
JaimeRicaurte
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