Mar Adriático, periodo de
entreguerras, un experimentado piloto de la fuerza aérea italiana trabaja como
cazarecompensas; su labor es salvaguardar la vida y seguridad de las personas
que se encuentran amenazadas por una serie de piratas marinos.
Porco Rosso sufre por una
razón desconocida un hechizo que convierte su rostro en el de un cerdo con un
estilo bastante refinado. Su verdadero nombre es Marco Pagot y se caracteriza
por su gran habilidad de manejar su hidroavión como un niño conduciendo un
triciclo en el patio trasero de su casa.
Esta película es una
verdadera obra maestra del ingenio y la imaginación, su relación con la
aviación, sobre todo con los hidroaviones, al hacer una cinta con una
encantadora forma de ver el mundo y su vida como un juego, un juego en un lugar
donde todos podemos volar y navegar como si se tratara del trabajo más
divertido sobre la tierra, ¡cosa maravillosa!
Esta película fue
originalmente proyectada como una cinta para mostrar en vuelo en las Japan
Airlines, basada libremente en el Manga de Miyazaki “The Age of the flying Boat”
(La Era de las Hidrocanoas), pero su producción fue frustrada por la guerra de
Yugoslavia que en consecuencia termina por darle a la obra un tono más serio.
En sus inicios la cinta es propuesta como un cortometraje de 50 minutos
aproximadamente, el director Miyazaki decide emprender de ese corto un
largometraje y promoverlo para los cines convencionales.
Una muestra más de que este
tipo de producciones son y dependen de los grandes socios capitalistas y las políticas
mundiales es que, la aerolínea, después de observar el contenido de la cinta,
confía en su posible éxito, decide cambiar el contrato y convertirse en
productores del largometraje.
Unido a lo anterior y debido
a la guerra en las repúblicas de la antigua Yugoslavia, Croacia concretamente,
la película dibuja un panorama un poco más prudente, razón por la cual podemos
apreciar en el largometraje, mensajes
reivindicativos que apuntan hacia el pacifismo como una forma de apaciguar los
ánimos de la guerra y sus consecuencias, sin embargo la guerra es revivida en
forma de parodia cuando Porco Rosso y su contrincante, después de un vuelo de
batalla se agarran a puños parados en el agua y en medio de una turbamulta que
apuesta por el ganador.
En ningún momento de la
película se evade la situación política y social que aqueja a Europa, lo
podemos ver en el uniforme que portan los militares, aunque la crítica de
Miyazaki no está sólo dirigida al fascismo sino también al totalitarismo que se
vivieron en esa época y siguen viviéndose a un nivel más internacional. En “El
castillo ambulante” vemos como se reflejan mejor estas situaciones.
¿Por qué un cerdo como
protagonista? El director en varias ocasiones ha revelado su fascinación hacia
este tipo de animales y además por los aviones, es una especie de declaración
pública con mucha imaginación que hace oda a los hermanos Pagot, dibujantes
italianos quienes crearon la serie Calimero y Sherlock Holmes. Miyazaki colaboró en ambas producciones.
Por
JaimeRicaurte
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