Comencemos por esto, un enfermero se convierte súbitamente, en el más famoso y prestigioso artista argentino de los últimos años. Pero esta no es la historia completa, la única forma de entender un poco lo que estos dos directores hacen, pues sería obviamente viendo la película, o mejor dicho sus películas, pero también lo entenderías, si te ha tocado vivir ese jodido mundo del artista y sus inacabables y rancias reuniones al son de vino, la “champagne” y la exaltación de quienes sin saber que es arte, exponen sus “obras” a diestra y siniestra en un salón que “enaltece” la cultura y llena los bolsillos de billete a los más famosos y conocidos proxenetas del arte.
Más que cuestionar la figura del artista como ser prodigio, es cuestionar el papel del arte y su razón social, no preguntar directamente ¿Qué es el arte? Sin haberse preguntado antes, ¿para qué es el arte?, ¿de donde vienen tales cosas?, ¿existe un fundamento para hacer lo que se hace? Y ¿qué se quiere decir con todo eso que llamamos arte? Estas son, entre otras, una serie de preguntas que tal vez no tengan respuestas, que tal vez, muy dentro de tu interior, de tu psiquis, comenzarás a darle sentido a lo que en otros casos no tenga sentido alguno.
Por esto y por muchas cosas más, seguiré acompañado de mi amiga “la duda”, una amiga que se enfrenta a mi, y a mi condición de simple observador, mi condición de espectador, mirón o como se me quiera llamar, el asunto es que, si el arte se complementa con mi mirada, como lo decía Duchamp: con la mirada que cada uno da, en el momento en que el “arte” es lo que supuestamente es, entonces, seguiré sin entender aquellas obras que son más concepto que vidas mismas.
Más allá de las galerías de arte, más allá del dossier que cada artista tiene que presentar para que su obra sea expuesta dos o tres años después de ser aceptado su trabajo, más allá de eso, el artista, el verdadero artista, se niega todavía a ser público, se niega a sucumbir ante los cánones coercitivos y protocolarios de la academia o los curadores de una “Art Galery”, o más bien un salón, que debería tener el nombre a la entrada de “venta de gente al menudeo y obras al mayoreo”. Como muy bien lo dice la pequeña Street Cat en nuestro sexto FansCine del Cineclub Orbital: “8 de cada 10 artistas latinos NO pintan bodegones, no son botero, no tienen fama”.
La objetivación burguesa del arte, es la ridiculización de la cosas. Es, un “orden” especifico que da paso a los afanes por la comercialización de las vidas, sin darse cuenta que lo que están haciendo es un daño inmenso a una sociedad, en nombre de lo que llaman CULTURA.
JaimeRicaurte.
Sociólogo.
U. de A.
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