“Apaga la lámpara, no quiero ver mis pensamientos de colores”, argüía una madre de siete hijos en un momento difícil para su familia, hay poca comida para alimentar a sus hijos y el dinero no alcanza para sustentar sus necesidades.
En ésta película podemos evidenciar la incertidumbre a la cual se ven abocados las familias y los trabajadores de una mina de carbón francesa en el siglo XIX, finales. Esa incertidumbre es vista como una característica habitual de los trabajadores en la gran mayoría de los contextos laborales, sobre todo en trabajos donde es requerida una amplia demanda de fuerza laboral y las condiciones no son las más prometedoras, en pocas palabras, si no hay otras posibilidades ¿qué más se puede hacer? Entretanto, la conservación de la utopía permanece a lo largo y ancho de los territorios sometidos y en el tiempo, como una esperanza de cambio y emancipación.
A pasado ya la época en la que era fácil acceder a un trabajo y además existía también la gran certeza de poder conservar esos trabajos para toda la vida y heredar las mismas funciones a los hijos, para que ellos tuvieran el mismo equilibrio económico que sus padres. En ésta cinta, vemos como todos los miembros de la familia en algún momento de sus vidas tienen que bajar a la mina, niños, jóvenes y adultos trabajan por años para “sacar adelante” a sus seres queridos y vemos también, de qué manera se construyen nuevas formas culturales entorno a su lugar de trabajo, cómo es la cuestión en cuanto a las relaciones entre empleadores-trabajadores y la forma en que son abordadas para hacernos una idea específica de cómo funcionan las crudas manos burguesas en torno al trabajo y las curadas manos de quienes lo dan todo para sobrevivir.
El caso en ésta obra, se asemeja a un modelo socioeconómico que ha venido desarrollándose en nuestro país a lo lago del siglo pasado (XX) y hasta la fecha. La buena intención de los trabajadores por organizarse, teniendo en cuenta que es algo positivo, no sólo para el trabajador mismo sino también para la empresa, sea ésta estatal o privada, no es algo que se haya inventado recientemente ni mucho menos es un intento por destruir un bien común, pero si es, la posibilidad de ser escuchados para el mejoramiento de sus vidas, sus familias y las empresas. Pero resulta, ahora en los tiempos modernos, que cualquier intento de organización es vista como focos de subversión, rebelión y hasta terrorismo en muchos casos, para utilizar éste termino tan de moda en nuestros tiempos.
Los ejemplos están ahí, a la vuelta de treinta, cuarenta o cincuenta años atrás. Los intentos de organización fueron frustrados y vetados de raíz por el plomo de la fuerza pública con el aval de los grandes empresarios de éste país; uno de ellos, para después mencionar el otro, fue la masacre de las bananeras en 1928, bien relatado, un hecho histórico, real, en una novela de ficción, como se cuenta la historia de nuestro terruño, a la manera de Gabriel García Márquez, así lo hizo en su libro “Cien Años de Soledad” llevado también al cine. El otro ejemplo, es la masacre de Santa Bárbara 1963 (Antioquia), donde tuvo lugar la matanza indiscriminada de varias personas, entre ellos, mujeres y niños quienes bloqueaban una importante vía que servía para sacar al país el cemento y los insumos para la construcción de una mina de propiedad de Argos, allí, en ese hecho, a pocas horas después de comenzar un mitin fueron asesinados sin mediar palabra y por orden de un comandante, personas que sólo reclamaban mejores condiciones para sus familias, recuerden recientemente la mina de carbón San Fernando en Amagá, es algo que de la misma manera lo veíamos en ésta película.
De acuerdo a estos dos ejemplos anteriormente señalados y teniendo en cuenta a la vida como argumento fundamental para el cine y viceversa, quiero traer a colación una experiencia personal producto de varias salidas de campo a dos contextos laborales no muy distantes de la realidad que quiso contar éste director, a quien además manifiesto mi total admiración por la dedicatoria que hace a su padre antes de comenzar a rodar la cinta.
Con ojo de águila y de gato pardo, la observación a estos contextos pudo tener elementos de tipo general como también de tipo concreto y específico en cada uno de los diversos contextos laborales. Tanto en Argos como en las Maquilas de Don Matías comparten una característica bastante similar, esto se refiere más que todo a la diversidad presentada en cuanto a los orígenes de los trabajadores. La fuerza laboral se encuentra tanto en las zonas urbanas como en las rurales. En el caso de Argos; Abejorral, Santa Bárbara, Montebello y Medellín. Esto muestra una mezcla cultural que en algunos casos puede ser positiva para las empresas, porque no permiten la consolidación de sindicatos que reestructuren el desarrollo de la cultura laboral, la cual es direccionada al beneficio de la propia empresa más que al de los trabajadores.
En el caso de las Maquilas, siendo un caso distinto, desde el punto de vista operativo y comercial, la observación nos permitió avanzar en lo que tiene que ver a la cultura laboral que allí se maneja. La temporalidad en la ocupación está asociada a las temporadas de mayor producción de las empresas, afectando esto directamente a los trabajadores que no tienen ningún tipo de vinculación sino el determinado por el tiempo de producción a gran escala. Esto es, el periodo que va desde finales de septiembre y principios de octubre, como en muchos casos, hasta finales de diciembre en pocos casos; como lo manifestaron empleados vinculados a las empresas visitadas, encargados de las contrataciones, y en otros, trabajadores que laboraban en ese tiempo específico, argumentando su inconformidad por la no vinculación con ningún tipo de contrato como se escucho en varios casos, contestando a la pregunta: ¿Tiene usted algún tipo de contrato? A lo que contestaban algunos trabajadores diciendo, que como él, ninguno de sus compañeros había recibido respuesta de sus empleadores en cuanto a su contrato y afiliación a salud durante su periodo de trabajo con aproximadamente un mes ya laborado en estas empresas.
A través de la historia estas empresas han “sufrido” un proceso de transformación tecnológica, lo cual ha determinado “positivamente” para la empresa el mejoramiento de sus procesos productivos, como es visto en Argos con la implementación de nuevas tecnologías como los hornos, centrifugas y bandas transportadoras que se mezclan con las viejas maquinarias y la capacitación de sus trabajadores para el manejo de la nuevas, haciendo importante la capacidad de los operarios para innovar en la empresa con la utilización de elementos antiguos y nuevos, lo cual, es un gran avance para la empresa pero no se ve reflejado en los salarios de los trabajadores como los manifiestan varios empleados de esta compañía. De la misma manera, en el caso de Don Matías se maneja el Fullpacage o (Paquete Completo), que es la implementación de nuevas tecnologías produciendo una reducción del cuerpo laboral en las empresas que lo implementan, afectando las posibilidades de trabajo de muchas personas. Debido a esto y muchos otros factores de tipo sociocultural, éste municipio del departamento de Antioquia, cuenta con uno de los índices más altos en lo que tiene que ver con las migraciones hacia otros países, concretamente hacia Boston (Estados Unidos), según investigaciones encargadas del tema de la migraciones en Colombia.
Los trabajadores, obreros y operarios en ambos casos se caracterizan por sus bajos niveles de educación, algunos no llegan a cursar ningún grado escolar, mientras otros han alcanzado los primeros grados de básica primaria. Obviamente esto no es determinante en el caso completo de las dos empresas, pero si se presenta un grado de capacitación para desempeñar labores en una función específica en el área de trabajo que así lo requiera. El bajo nivel educativo pudo compararse con la edad de los trabajadores de las empresas según su cargo. En el caso de Argos, hay cargos más capacitados de acuerdo al nivel educativo que haya tenido el personal, el área administrativa por ejemplo cuenta con personas con estudios universitarios en distintas disciplinas y sería difícil determinar a simple vista cuales son las edades en rangos, por su variedad, y cuál es la predominante en el total de la población de la empresa. Lo mismo pasa con las Maquilas y confecciones en Don Matías, aunque en éstas si es predominante, sobre todo en el área de producción, la presencia de jóvenes no mayores de treinta años, quines en algunos casos apenas empiezan una vida laboral, entre los 18 y los 30, sin contar los que ilegalmente ocupan menores de edad en sus filas. Así lo vemos en la obra cinematográfica que estamos analizando.
La cultura empresarial y los discursos empresariales en busca de la eficiencia y compromiso de los trabajadores, se basan en un argumento que poco tiene que ver con la realidad del trabajador y su relación con la empresa. Las condiciones de trabajo según las metodologías y prácticas para el aseguramiento de la calidad y la integridad física de los trabajadores, permanecen en el esquema metodológico que se mantiene implícito según acuerdos y normas de Seguridad Industrial y Salud Ocupacional, “Basado en la norma OHSAS 18001, a través de la cual se definen las reglas y metodología necesarias para reducir la probabilidad de accidentes de trabajo, enfermedades profesionales y emergencias”. (Según manual de Recomendaciones de Seguridad Laboral). Hay que mirar lo implícito dentro de la norma para darse cuenta de las condiciones que manifiestan los trabajadores para el buen desempeño de sus labores. Las condiciones laborales de estas empresas se basan en la normatividad establecida por la ley, pero su implementación dentro de ellas, muchas veces es omitida por los encargados y por otro lado la norma sufre transformaciones por las distintas interpretaciones y usos que de ella se dan, sumado a otras razones. Ejemplo, condiciones de trabajo que no van de acuerdo con la implementación necesaria para una labor específica, como es el caso del manejo de maquinaria pesada en la minería. En ambos casos, el trabajador implementa sus conocimientos para la solución de problemas que surgen en los procesos de trabajo.
La cultura laboral es adoptada según las necesidades y fines de los trabajadores dentro de las empresas. La vinculación directa con la empresa permite un manejo diferente de las Relaciones Laborales. Sin embargo, la vinculación muchas veces no determina el compromiso moral con la empresa, pero si permite la organización dentro de ella debido al tiempo de labor, lo que no sucede en términos de un contrato a término fijo, el cual no permite la conformación de organizaciones sindicales, caso Maquilas, donde la mayoría de los contratos son de 2 a 3 meses, según la temporada. No se crea una identidad, por lo tanto, es difícil, casi imposible encontrar vínculos organizacionales y mucho menos una orientación política, a diferencia de empresas como Argos que si han permitido la organización de los trabajadores a través del tiempo con la conformación de sindicatos que poseen una orientación política que interviene en las actividades empresariales para el beneficio de los trabajadores afiliados o no al sindicato.
Las dimensiones sociotécnicas del trabajo, muchas veces tienen que ver con las dimensiones de la vida de la gente en contextos laborales o no. Se plantea entonces, la necesidad de hacer una relación profunda entre la vida cotidiana de la personas y el cine en todas sus dimensiones. El aspecto laboral y organizativo planteado en esta película, deja muy claro la necesidad del hombre de hacer justicia por sus propias manos si no es escuchado. Deja claro también, que las nuevas formas laborales implementadas en estos tiempos no son del todo distintas a las implantadas por el feudalismo, retoño del capitalismo que vivimos ahora. Nos queda la pregunta entonces, en cuanto a la organización para una vida mejor, para mejorar lo bueno y no volver a caer en la triste explotación y para que la emancipación no sea más una utopía en conflagración.
JaimeRicaurte.
Sociólogo.
U. de A.